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Vuelta a casa

Tras una larga noche por los polígonos, recogiendo maderas, compartiendo confidencias entre ellos y, en ocasiones, tras vivir algún que otro percance, es hora de volver a casa y descansar.

Pero antes de irse, Luis se queda un rato para descargar la madera recogida. Una vez hecho esto, ya puede meterse en la cama y relajarse.

 

Por fin es su momento de dormir y, mientras ellos se acuestan, la ciudad amanece para empezar el día, disfrutando gracias a José y Luis, entre muchos otros, de las calles limpias como cada mañana.

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